sábado, 15 de enero de 2011

La universidad: ¿Vocación, reto u obligación?

Porque después de pensar un rato, creo que esas tres son las principales razones por las que vamos a la universidad, ¿no crees? En primer lugar, pondré sobre el tablero de juego las tres razones, analizando cada una de ellas, para más tarde intentar decantarme por una, cosa que va a ser difícil...

La universidad... ¿Qué es la universidad? La universidad, para mi, es algo más que un edificio donde se imparten las clases de la última etapa de todo estudiante. Desde siempre, mi familia me ha educado de manera que yo vea la universidad como una meta que tengo que alcanzar, como algo que me ayudará a acabar de formarme como persona y como un método seguro de encontrar trabajo. ¿Y es eso lo que quiero? Sí. Sinceramente, siempre había escuchado a mis padres y mis abuelos hablar de la universidad y yo siempre lo veía tan lejos que nunca me había planteado que yo llegaría hasta esa etapa. Incluso cuando entró mi hermana en la universidad, que yo estaba en 4º de ESO, lo vi como algo normal y corriente, como si hubiera pasado a 3º de Bachillerato. Y es hoy, cuando yo estoy en 2º de Bachillerato, cuando veo la universidad a la vuelta de la esquina. Y la veo con miedo. ¿Qué pasa si no puedo entrar en la universidad? Es una pregunta que llevo haciéndome desde que entré en este curso. Al igual que mis padres me han educado de manera que yo vea la universidad como algo que tengo que conseguir, también me han educado haciéndome ver que un tropiezo en la vida lo tiene cualquiera. Sí, es muy bonito eso último, ¿pero realmente sería yo capaz de soportar un tropiezo de ese tipo? ¿No llegar a la universidad a la edad estipulada? Creo que no. No sería capaz y por eso le tengo miedo a la universidad. Nunca me había planteado preguntas como si soy lo suficientemente inteligente para terminar una carrera o simplemente, acabar Bachillerato. Pero este año no paro de preguntármelo, y es algo que me come la cabeza. Aparte de eso, hay muchos factores por los que tengo miedo de la universidad, y creo que es bastante razonable porque por ejemplo, mis padres tienen todo planeado para la casa en Málaga para el próximo curso, ¿qué pasa si yo no consigo pasar este curso? ¡Todo se vendría abajo! ¿Tendríamos que pagar un alquiler en Medina para que yo hiciera otro curso de Bachillerato porque no he entrado en la universidad a su debido tiempo? Eso supondría un gasto de dinero tremendo e innecesario, pero creo que es algo que a mis padres ni se les pasa por la cabeza, y a mí, por desgracia, sí se me pasa. Por estas razones, creo que nunca sabré qué es para mí la universidad: vocación, reto u obligación. Creo que son las tres cosas. Una cosa sí tengo clara, y es que quiero llegar a la universidad, y una vez allí, acabar los estudios en el mínimo tiempo posible.

De la universidad espero conocimientos y experiencias. Estas últimas son las que realmente te aportan conocimiento, aunque un libro de 1000 páginas también. Depende de qué tipo de conocimientos desees... La pregunta es qué desea la universidad de ti. Qué desean los que allí están impartiendo clases a un público que les escucha con atención (o no) y qué es lo que desea el Gobierno. Con esto del plan Bolonia las cosas han cambiado mucho. Hubo un 'boom' de noticias cuando se iba a implantar el sistema "europeo" de universidades. Tiene tantas ventajas como inconvenientes, y por eso no sabremos si el sistema es bueno o no hasta que estemos dentro de él. La cuestión es que la universidad no es como nos la pintaban nuestros padres, o al menos esa conclusión he sacado yo cuando he visto a mi hermana. Los trabajos hoy en día pueden darte un aprobado incluso habiendo sacado un 1 en un examen de la misma asignatura. La asistencia a clase puede ser un factor decisivo, ¡como en los institutos! ¿No se supone que la universidad es para adultos? Pues por ejemplo, ese es un error que yo veo en el nuevo sistema. Si estamos en la universidad, se supone que somos adultos, y también se supone que un adulto sabe cuando tiene que ir a clase y cuando no. No sé, es muy difícil, porque quizás es una herramienta contra el abandono de las asignaturas en las universidades, cosa que no está mal. ¿Ves? Si es que todo día tiene su noche...

Bueno, sobre por qué quiero ir a la universidad, tiene mucho que ver todo lo escrito en el segundo párrafo y con el título de este comentario. Principalmente, es como un reto. Bueno, como no, es un reto. Y creo que es el reto de todos los estudiantes, ¿no? Llegar a la universad... Es tan "glorioso" decirlo que cuesta creer que dentro de unos meses nosotros vamos a estar allí (o al menos tenemos la oportunidad de estar...). Es una etapa en la vida de la que nadie se siente avergonzado, y eso creo que es mundial. No creo que haya nadie en el mundo que diga "Yo estuve en la universidad" y agache la cabeza, sino todo lo contrario. ¿Y qué pasa si no puedes con la universidad? Pues ese es un tema muy delicado. Son tantas las razones por las que alguien puede abandonar su carrera que sería una tontería ponerse a analizar todas y cada una de ellas. Yo, personalmente, espero no tener que abandonarla. Como mucho, repetir algunos años, y ni eso. De ilusiones se vive, ¿no? No. No creo que se viva de ilusiones.

Y tanta universidad y todavía no he hablado de qué quiero estudiar. Bueno, no serán pocas las veces que he entrado en la página de la Universidad de Sevilla para ver el listado de grados que se oferta en dicha universidad. Grados... Suena tan mal, ¿verdad? Bueno, no sé, es que con esto del plan Bolonia se acabó lo de Diplomatura, Licenciatura o Doctorado. Ahora eres un Graduado, ¿no es así? Tampoco estoy muy enterado de ese tema. La cuestión es que un grado es lo que yo y todos mis compañeros vamos a estudiar. ¡Y hay tantos! Suerte que tenemos a alguien que nos orienta perfectamente según nuestras capacidades y preferencias y nos proporciona toda la información que queremos saber al instante. Gracias, internet. Aunque lo mejor para saber si una carrera te gustará o no es preguntar a alguien que esté haciendo esa carrera. Yo, por ejemplo, tenía bien claro hacer una carrera de informática orientado a la progamación y creación de software. De pronto viene mi hermana diciéndome que tiene amigos en informática y que no lo recomiendan. Ahí se me cae el mundo encima... Lógicamente, le digo a mi hermana que me proponga una alternativa, y la alternativa que me da es Telecomunicaciones. Según sus amigos, es una carrera más abierta en el mundo laboral y más orientada a lo que alguien de mis gustos quiere: programar. También hablé con mi primo, que hoy en día estudia Ingeniería Industrial y está a punto de acabarla. Cuando le comento mi plan de estudiar informática, me pone una cara extraña, cosa que no me gusta... Él afirma que hoy en día la informática es algo que da trabajo y que lógicamente, cuando acabe la carrera tendré uno. Segunda parte del pastel: Emilio (que así se llama mi primo) me dice bien claro que si estudio informática y quiero tener un trabajo digno de una carrera universitaria, debo presentar un proyecto muy ambicioso. Será entonces cuando las mejores empresas de informática te contraten para llevar a cabo ese proyecto. Qué bonito, ¿no? Trabajar para Apple, Microsoft, IBM... Sí, precioso. Pero mi primo me advierte que hacer un proyecto ambicioso no está al alcance de todos y que en caso de no hacer un proyecto ambicioso, me arriesgo a trabajar junto a alguien que ha acabado un Grado Superior en informática. Eso último me dejó completamente K.O. Terminar una carrera para trabajar junto con alguien que ha hecho un grado superior... Sin menospreciar a los que hacen un grado, porque ellos también tienen que trabajárselo e incluso barajé la posibilidad algún tiempo. Pero lógicamente, es algo que no me convence. Por eso, hoy, todavía no tengo claro qué carrera escoger. Telecomunicaciones parece una buena opción pero... ¿es lo que quiero realmente? Mi primo puso las cartas sobre la mesa, y terminó diciéndome una cosa que será determinante a la hora de decidir una carrera (siempre y cuando supere la nota de corte para ambas carreras). Emilio me dijo que yo tenía que escoger entre mirar al futuro en vistas a tener un buen trabajo sin importar al cien por cien lo que vaya a estudiar o, por el contrario, no pensar en el trabajo y adentrarte en la carrera que realmente quieres. Ese es el problema, vocación o conveniencia. Aún queda un largo camino por delante, y es acabar 2º de Bachillerato. En el tiempo en que lo acabe tendré que preguntar a muchas más personas y a comerme la cabeza como nunca.

Y todos los quebraderos de cabeza que he tenido y tendré, son y serán por la universidad. Y cuando llegue a ese punto de mi vida, estaré deseando comerme la cabeza de nuevo por la universidad y no por el trabajo y otros asuntos del futuro. Desde luego, a veces parece que todo en esta vida son problemas...

Dicho esto, ¡hasta la semana que viene!

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