domingo, 30 de enero de 2011

Plan Bolonia.

¡Muy buenas a todos!

Una vez más aquí estoy para realizar mi comentario semanal, que esta vez hemos tenido dos semanas para hacerlo, ya que, como el lunes no hubo clase porque fue el día de la patrona de mi pueblo, no hubo instituto, y como consecuencia, tampoco hubo clase de Proyecto Integrado.

Como ya sabéis, este trimestre estamos tratando el tema de la Universidad y todo lo que esté relacionado con ella, por ello, hoy nos toca hablar del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), lo que conocemos como el Plan Bolonia. ¡Ese dichoso Plan! No sé cuántas veces lo he llegado a escuchar en estos últimos meses, cuántas huelgas se han llegado a hacer por su culpa, y cuántas inquietudes han despertado… Por lo pronto, me parece una buena idea presentarlo un poco para conocer más o menos de qué trata porque, sinceramente, ni yo misma lo conozco plenamente, que es como debería. El EEES se trata de un complejo plan que se ha puesto en marcha en Europa para favorecer en materia de estudios a las universidades europeas. Este plan ha empezado a funcionar en nuestras universidades en 2010 y su primer objetivo es adoptar un sistema comparable de titulaciones universitarias en Europa. Gracias a esto, sería posible la movilidad de profesionales y estudiantes por los países europeos, porque teóricamente se habrán adquirido las mismas competencias.

Obviamente, para llevar a cabo este plan, las universidades han tenido que tomar las siguientes medidas:

-Adaptar un sistema comprensible y comparable de titulaciones, principalmente, mediante el suplemento europeo al título.

-Este sistema debe estar basado en dos ciclos principales: grado y postgrado (siendo éste último equiparable al antiguo doctorado).

-Establecer un sistema de créditos compatible, similar al Sistema Europeo de Transferencia de Créditos. El sistema ECTS se basa en que 60 créditos representan la carga total de trabajo de cada estudiante, a tiempo completo, durante un año académico; lo cual viene a suponer entre 1.500 y 1.800 horas dedicadas al estudio

-Promover la cooperación europea para garantizar la calidad de la enseñanza superior, así como promover la movilidad de los estudiantes, profesores y personal de la administración.


Como es lógico, estos cambios universitarios han provocado diferentes reacciones, algunas de acuerdo con el EEES, y otras no tanto. Pero bueno, para entender un poco más en qué consiste este plan, debemos saber lo que opinan de él varios expertos. Para esto utilizaré la información que nos brindó Miguel sobre este tema en concreto. Seis expertos respondieron a ciertas preguntas relacionadas con el Plan Bolonia, y sobre sus respuestas, podemos sacar diversas conclusiones.

Por una parte, debemos reconocer lo positivo de este plan. Ahora, todos los estudiantes y profesionales de los países tendrán las mismas competencias, lo que conlleva a la posibilidad de movimiento europeo. Además, según algunos expertos, este modelo permitirá la adquisición y profundización de conocimientos. Pero para que esto se produzca con éxito, las universidades deben implantar completamente este plan, ya que de no ser así, los resultados no serán tan positivos como aparentemente deben serlo. Esto requiere un gran cambio respecto al antiguo sistema español de educación, que podrá llevarse a cabo de forma certera, y por lo tanto positiva, o por el contrario, de forma insuficiente, lo que conllevaría al fracaso del plan.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que es previsible que los costes universitarios aumenten, y si éste no es asumido por las administraciones, podría convertirse en un factor negativo que desembocaría en un notable deterioro de la calidad de estudio ofrecida por las universidades.

Respecto al miedo existente en el retroceso y en la pérdida de calidad de las carreras de Letras y de las Ingenierías y la Arquitectura, o el temor de que algunas asignaturas y departamentos desaparezcan, debemos ser conscientes de que las titulaciones universitarias son elegidas muchas veces por cuestiones de “moda”. Me explico. En determinados años unas carreras, los llamados grados ahora, eran la preferencia de los estudiantes. Pero con el paso del tiempo, esos gustos cambiaban y otras carreras se convertían en “las de moda”. Por eso, el que las filologías ahora mismo estén perdiendo peso puede deberse tanto al Plan Bolonia, como a esta cuestión de gustos de la que hablo. No obstante, si es cierto que la movilidad europea que conlleva dicho plan puede hacer que muchos estudiantes no le den importancia a aprender un idioma como oficio, pero esto no está confirmado, ni tampoco la causa de ello. De hecho, ya hace bastante tiempo que las carreras de Letras están perdiendo demanda, y cuando esta caída empezó, ni siquiera se hablaba del nuevo plan.

Respecto a las asignaturas es más de lo mismo. Si ahora existe miedo también podría haberlo existido antes, ya que la pérdida de asignaturas y departamentos se debe a la falta de demanda de éstos, y para la mayoría de los expertos eso no se debe al EEES.

Sobre las Ingenierías y la Arquitectura, la cosa no está tan clara: limitándome a la opinión de los expertos, he de decir que para unos el plan hará justo lo contrario, es decir, aumentará su prestigio, pero para otros, la reducción de tiempo que se tenía por necesario producirá un deterioro de la calidad, lo cual haría que poco a poco estas titulaciones perdieran prestigio. Para comprobar quienes llevan la razón sobre este asunto, sólo queda una opción: esperar a valorar el desarrollo del Plan Bolonia.

Bueno, y otros mitos relacionados con la EEES es que las universidades privadas se verán más beneficiadas con este plan respecto a las públicas. Sinceramente, estoy de acuerdo con algunos de los expertos: todo depende de las políticas que ejerzan los gobiernos, y de la capacidad para adaptarse a los nuevos cambios que presenten las distintas universidades. Todas las universidades públicas no son iguales, y todas las privadas tampoco lo son. Por ello, la rapidez y la cierta adecuación a los cambios son los factores que beneficiarán o no a las universidades. Y, en mi opinión, si este modelo llegara a favorecer a las instituciones privadas, sería responsabilidad primordialmente de las políticas que ejercieran los gobiernos. Lo mismo encontramos con la privatización de las universidades, que para mí como digo, también tendrían su origen en el gobierno. Eso sí, lo inevitable será la mayor cercanía entre las universidades y las empresas que, aunque las prácticas favorecen a los estudiantes ya que los forma para cuando salgan al mercado laboral, puede desembocar en un negocio que no favorecería al sector estudiantil.

Pero claro, todos estos factores no podrán ser completamente analizados hasta que el plan esté totalmente establecido en todas las universidades. En el curso 2010-2011, todas deberían trabajar de acuerdo con el plan, pero una cosa muy distinta es que este funcione en toda su plenitud. Para ello se deberán seguir todos los requisitos del EEES, y no será hasta la salida de los primeros universitarios cuando podamos comprobar si el plan está funcionando con éxito o no, y sin duda, lo que se necesita para esto es la correcta y absoluta adecuación de todas las universidades al nuevo sistema.
Claro está, que todos los cambios requieren esfuerzo, pero no se esperan grandes problemas con respecto al modelo implantado.

Ahora bien, lo ideal sería que este plan acabe con los problemas existentes en las universidades españolas actualmente. Todos hemos oído hablar de que los estudios ya no son lo que eran, y la verdad es que los resultados así lo demuestran. Además, el fracaso escolar está aumentando de forma considerable, y aún más si en este fracaso tenemos en cuenta a los estudiantes que pasan de curso con varias asignaturas pendientes. Todo esto conlleva a que el nivel de los estudios baje considerablemente. Uno de los factores que influyen en esta bajada del nivel es la formación del profesorado, por lo que se debería ser más cauto a la hora de preparar y seleccionar al personal que educará a los futuros graduados.

Por otro lado, la universidad se veía como un sitio con más libertad, donde la asistencia no era importante, por lo que los alumnos preferían ir a divertirse y luego pedir apuntes. Este hecho se ha acabado con el nuevo plan, dando cierta importancia a las faltas de asistencia, lo que acabará con los “escaqueos”.


Pero, sin ninguna duda, el principal problema de las universidades españolas es la falta de dinero. Esto conlleva a no poder ofrecer todas las posibilidades de las que podría disfrutar un estudiante.


En mi opinión, España debería optar por especializar las universidades, como han hecho algunos países europeos con rendimientos muy positivos. De esta forma, y en vez de abarcar todos lo terrenos, se podría utilizar el presupuesto de las universidades en un área concreta, lo que haría que se ofrecerían más recursos al alumnado.

Y respecto al Plan Bolonia, no me parece mala idea, la verdad. El movimiento europeo que éste conllevaría me parece una gran ventaja para España, que además, no cuenta con los mejores rendimientos universitarios. Por otra parte, espero que la relación universidad-empresa no afecte negativamente a los estudiantes, sobretodo en el ámbito económico.

Y para terminar, me gustaría decir que el éxito de los cambios se basa en la correcta adaptación de éstos, por lo que el objetivo primordial para España debería ser adecuarse plenamente a las EEES, y a partir de ahí, luchar para que los estudiantes ganen en saber y aprender, y no en pérdida de recursos.

Sin nada más que decir, me despido hasta la próxima semana.

¡Saludos!

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