domingo, 7 de noviembre de 2010

Dos fotografías: Una puerta y un reflejo.

¡Muy buenas a todos!

Después de dos semanas, ya estoy aquí de nuevo para hablaros un poco de fotografía. Muchos diréis que por qué he tardado dos semanas, y la explicación es sencilla: había puente. Y claro, ahora podrías decir que eso da igual, que el único día que no había clase era el lunes, pero es que es ese el día en el que tengo Proyecto Integrado, la asignatura cuyo objetivo este trimestre es aprender sobre fotografía.
Aunque haya tardado en hacer el comentario, al hacer dos semanas de la última fotografía, hemos tenido que realizar esta semana dos composiciones, así que compensa la espera.

En la última clase, vimos varias fotos de cosas que podemos encontrar en una ciudad (alguna de las cuales me llamaron bastante la atención), pero de todas esas Iglesias, de esas casas, de esos monumentos… que nuestro profesor nos había enseñado, no iba ninguna de las fotografías que debíamos realizar. Una de ellas si tenía relación, ya que podíamos fotografiar Iglesias o casas no muy corrientes, pero centrándonos en sus puertas o en sus ventanas. Sí señor, la primera fotografía consistía en echar una foto a una puerta o a una ventana que te pereciera curiosa. Claro, a primera vista no parece complicado, pero debo admitir que sí lo es. Una foto de ese estilo queda sosa si no la adornas de ninguna manera o si el objeto principal de la composición no tiene unas características especiales o llamativas. Por ello, cualquier ventana o cualquier puerta no valía.

La primera fotografía que tome sobre este tema fue la siguiente:



Sería una bella fotografía si quitáramos esos cables, pero como no había manera, la rechacé.

Sabía que me iba a costar encontrar algo que me gustara fotografiar, y que lo que me gustara podía ser parecido a las composiciones de mis compañeros, así que esperé a este fin de semana, ya que he estado en Carmona, la ciudad en la que vive mi familia materna, y que a mi parecer, es preciosa. Allí, después de pasear un rato por la ciudad, encontré dos fotografías que me gustaron bastante:




Al final me decidí por la primera, ya que la torre de la iglesia le da un toque especial y hace que sea una bonita composición.

Continuemos ahora con la segunda fotografía. Para la segunda composición debíamos fijarnos en los reflejos, esas imágenes que se ven en el agua, en un cristal, en un espejo… que no hacen más que imitar lo que están viendo. Son cosas que podemos ver casi en cualquier lugar, pero no solemos fijarnos en ellas.

Pues bien, empecé eligiendo quizás la foto más típica en la que aparezca un reflejo: la foto de un espejo.



Precisamente por eso, por ser tan típica, la descarté al instante.
Otro día que ni siquiera buscaba la fotografía adecuada, casi sin quererlo, me salió la que finalmente elegí, que es la que podéis ver a continuación:



Decidí que esta era la composición adecuada porque me parecía original, ya que no mucha gente echa fotos a las ventanillas de los coches, y porque el reflejo no había sido buscado, salió por pura casualidad., pero había quedado bastante interesante ese cielo con ese chico pensativo.

Pues bien, ya sólo me queda repetir lo mismo de siempre, que espero que mis composiciones hayan sido de vuestro agrado.

¡Hasta la próxima semana!

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