domingo, 14 de noviembre de 2010

¡Muy buenas a todos!

Hoy el trabajo no sólo consiste en hablar sobre la fotografía de la semana, si no que también debemos comentar el libro que nos hemos leído este trimestre y del que nos examinamos el pasado lunes: La soledad de los números primos.
Este libro, escrito por Paolo Giordano, muestra la vida de dos personas, basada prácticamente en la soledad.

Los protagonistas, Mattia y Alice, son dos chicos que en su infancia han tenido problemas graves. Mattia, un chico muy inteligente, tenía una hermana gemela, igual que él físicamente, pero no psíquicamente, ya que la hermana era deficiente mental.
Los hermanos eran rechazados por sus compañeros del colegio, la chica por su enfermedad, y el chico por no separarse de su hermana. Pero un buen día, un compañero los invito a su cumpleaños (por influencia de su madre), y Mattia, que estaba cansado de su situación, le pregunto a la madre si su hermana podía quedarse en casa, a lo que la mujer le respondió que no. Ante esto, Mattia pensó que si dejaba a su hermana en el parque e iba él solo al cumpleaños durante poco tiempo, la niña se quedaría quieta donde él la dejara y que cuando volviera la encontraría allí. Pero no fue así. Cuando Mattia volvió del cumpleaños ella ya no estaba y el chico pensó que su hermana se había ahogado en el río que estaba al lado del parque.
Esto afectó muchísimo al joven, como es normal, ya que el sentimiento de culpabilidad o lo abandonó nunca, por lo que se castigaba habitualmente cortándose las manos (que tenía llena de cicatrices) y, por oro lado, viviendo apartado de la sociedad, sumido en una soledad profunda.

Hablemos ahora del otro personaje importante, Alice. La chica estaba apuntada a clases de esquí cuando era pequeña, aunque a ella no le gustaba demasiado.
Un día que tenía que competir, su padre se comportó con ella igual que siempre, forzándolo y siendo muy duro con ella para que ganara la competición. Ya en la pista de nieve, a la niña le pasó lo que siempre le ocurría en ese tipo de escenas, tuvo ganas de orinar. Por ello, se apartó de la gente y se lo hizo encima, pero la cosa no quedó ahí, ya que le entraron ganas de hacerse caca encima. Tantas ganas le entraron que se la hizo también, y en vez de volver con el grupo y con su profesor, que no la veían debido a la niebla, decidió bajar de la montaña donde se encontraba, a los servicios para cambiarse.
Pero debido a que no estaba acostumbrada a esquiar sola y a la niebla que había, Alice entró por una pista cerrada y sufrió una fuerte caída, que hizo que se le quedara una pierna inválida. Ella siempre culpó a su padre de lo que le pasó.

Estas situaciones hicieron que los personajes tuvieran vidas muy difíciles, y que no se relacionaran con mucha gente.

A mi parecer, este libro muestra muy bien el por qué de la preferencia de algunas personas a estar solas. A veces, criticamos a las personas que no quiere tener relación con otras personas sin pararnos a pensar por qué quieren esto. La soledad de los números primos es un claro ejemplar de algunas razones de la soledad, porque Mattia se siente tan culpable, que ni piensa que él sea una buena persona ni que sea capaz de hacer feliz a nadie. Por otra parte, Alice, está muy acomplejada por lo que le sucedió, tanto, que en la obra vemos como se convierte en una anoréxica, porque aunque ya tenga problemas físicos, no quiere tener más, por lo que no piensa que alguien pueda interesarse en ella.

Además, esta teoría la vemos más clara cuando se cruzan las vidas de los protagonistas. Ambos se hacen amigos, pero sobretodo, se hacen compañeros de soledad, de ahí el título del libro (ya que Mattia, que estudió Matemáticas, vio como los números primos consecutivos, como el 11 y el 13, tienen una relación característica).

Otro punto importante es la inseguridad que tenían por culpa de su autoestima, inseguridad que hizo que se separaran por no decirse que se amaban, lo que conllevo a que la relación se distanciase, y que ya nunca fuera la misma.
Por eso, al final del libro, cuando se reencuentran después de muchos años, tienen la oportunidad de iniciar una relación amorosa, pero decidieron no hacerlo, porque ya ambos tenían vidas separadas, solitarias y no muy felices, pero separadas.

Sin duda, el interés que tiene este libro es entender a esas personas, a esas que deciden no relacionarse con nadie, por miedo de ser rechazada o por miedo de hacer más daño.
Porque en la sociedad que vivimos, llena de complejos y malas intenciones, no se puede entender que nadie es perfecto, y que un error es un error con consecuencias, pero no algo imperdonable, y sobretodo si nos referimos al que cometió Mattia con su hermana, ya que era un simple niño inocente que quería sentirse aceptado por un momento.
Pero si nosotros no pensamos esto, si no dejamos de discriminar a estas personas, ellas no dejaran de sentirse inferiores.

Nadie sabe lo que puede llegar a hacer en un futuro, ni como le habría ido si su infancia la hubiera vivido en otro lugar y de otra forma, pero todo el mundo es capaz de juzgar negativamente algo que le podría haber pasado a cualquier ser humano. Porque todos podemos tener un accidente, porque por ese accidente, podemos no gustarnos físicamente y caer enfermos, porque todos podemos equivocarnos aunque nuestra intención no sea mala… Porque a nadie le gusta verse rechazado, por eso, deberíamos comportarnos como queremos que se comporten con nosotros, y en vez de desplazar a una persona con problemas, debemos ayudarla.

Para terminar con este texto dedicado al libro, me gustaría decir que me ha encantado por una simple razón: porque te hace reflexionar sobre un tema que puedes ver cada día, pero que no te paras a pensarlo detenidamente. Además te muestra la visión del problema de forma muy clara y con una historia muy bonita.
Recomiendo este libro sin necesidad de pensármelo dos veces, sobretodo, a las personas que les guste pensar.

Pues bien, concluido el comentario, pasemos a la descripción de la foto de la semana. El tema de esta composición era el retrato, fotográfico, claro está.
En cuanto me enteré de que teníamos que hacer la fotografía, mi mente se desvió hacia una persona, una persona pequeña: mi primo Alberto. Para mí, como buena prima que soy, es el niño más guapo del mundo, pero claro, eso es para mí, aunque muy guapo, seguro que es.

Cumplí lo que mi mente decidió, y el fue mi modelo. Fue un momento muy divertido, y debido a la simpatía que tiene mi pequeño y a lo bueno que es, no me costó nada realizar una buena fotografía. Mis primeros intentos fueron los siguientes:




Aunque son fotos bastante graciosas, no tenían bastante resolución y no me parecían los mejores ejemplares de la belleza de mi primo. Lo reconozco, el motivo de que eligiera la siguiente foto es que me enamoré de ella, y de la expresión que muestra Alberto:



Creo que es una foto muy dulce y bastante bonita. Además, así puedo presumir de primo.

Terminado todo el trabajo de la semana, me despido, como siempre, esperando que os haya gustado mi fotografía, y hoy en particular, que también sintáis curiosidad por el libro que he comentado.

¡Hasta la próxima!

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